Desde pequeña sentí pasión por la filosofía, no por repetir teorías, sino por cuestionarlas. Esa actitud crítica sigue siendo mi guía, y es la base de mis mentorías: aquí no encontrarás frases hechas, ni recetas milagrosas, ni fórmulas de éxito exprés.

Creo que no se puede enseñar lo que no se practica, ni transmitir lo que no se ha vivido. Por eso mis sesiones son honestas, personalizadas y profundamente humanas. Nada de gurús reciclados ni promesas vacías. Si buscas “empoderamiento” en cómodas dosis y con resultados garantizados, esto no es para ti.

En cambio, si quieres dejar de vivir según lo que otros esperan de ti, cuestionarte sin miedo, desaprender lo que no te sirve y empezar a verte con otros ojos, entonces hablamos el mismo idioma.