Las vacaciones, un destino paradisiaco y, sobre todo, la intimidad y el romance. También la sensación de libertad y la relajación asociadas al descanso estival. Debido a la conjunción de estos factores se piensa en el verano como una época en la que practicamos más el sexo. También, por supuesto, se lo debemos, explica el doctor César Montiel, al impacto positivo del clima cálido en nuestra energía y nuestro estado anímico.

Sin embargo,  suele suceder que a veces pesa más la creencia colectiva sobre un determinado asunto que la realidad personal. Y la de que el deseo sexual toca techo en los meses de calor es una de ellas. Puede, cuenta este profesional de Neolife, suceder todo lo contrario, que problemas de salud que se agudizan con el calor puedan derrotar a nuestra libido. También el estrés que se ha venido sosteniendo durante los meses laborables puede hacer mella en el verano y dejarnos sin energía ni ganas de nada.

¿Qué podemos hacer para que nuestro deseo sexual sea óptimo y no defraude nuestras expectativas y las de nuestra pareja? Lo primero es determinar si el problema de la falta de deseo o del desempeño sexual es algo transitorio o se está manteniendo en el tiempo.

En el segundo caso, se puede acudir a terapia de reposición hormonal, empleada en la andropausia y la menopausia, cuando ellos y ellas comienzan a sufrir el declive hormonal. Es importante, explica César Montiel, que se sepa que estos tratamientos son útiles en otros momentos y fases de la vida y que no se emplean únicamente cuando el hombre comienza a perder testosterona y la mujer estrógenos. Es más, advierte, la vida frenética de trabajo, actividades y conexión social suele perjudicar la capacidad sexual en ambos sexos.

La TRH —como se conoce a la Terapia de Reemplazo Hormonal—consiste en estudiar el descenso hormonal y reponer las pérdidas de las hormonas antes citadas y de otras mediante implantes subcutáneos, conocidos como pellets.

Se debe considerar también el nivel de vitamina D de cada individuo, ya que esta, según algunas investigaciones en el marco de la medicina antiedad, está relacionada con la producción de testosterona. Estos estudios han encontrado una asociación entre la deficiencia de vitamina D y niveles más bajos de testosterona en hombres, ya que la vitamina D puede tener un efecto directo en la producción de testosterona, al estimular la expresión de genes relacionados con la síntesis de esta hormona. Por supuesto, esta relación varía en una persona u otra según edad, salud y estilo de vida.

Aunque no de manera tan rotunda, las investigaciones apuntan a la par a una relación entre dicha vitamina y la progesterona y los estrógenos femeninos. Sin embargo, apunta César Montiel, aún es pronto para establecer de manera definitiva dicho nexo.

Sexo en verano: consejos para practicarlo más y mejor

La suplementación puede ayudarnos en algunos casos, aunque desde Neolife, advierten que es un apoyo, un complemento y que no se trata de la “píldora mágica”. Así, desde estas clínicas especializadas en antienvejecimiento y que tienen línea propia de estos productos recomiendan favorecer el consumo de:

Por último, el experto de Neolife nos deja los siguientes consejos para favorecer la práctica del sexo en verano:

El sexo, más allá del placer, finaliza César Montiel, tiene indudables efectos beneficiosos para nuestra salud, como la quema de calorías y el fortalecimiento del sistema inmunológico, dos aspectos que nos preocupan todo el año, pero más en verano.

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